¿Sabías que en el Mundial de 1966, el trofeo de la Copa del Mundo fue robado en Londres y recuperado por un perro llamado Pickles?

¿Sabías que en el Mundial de 1966, el trofeo de la Copa del Mundo fue robado en Londres y recuperado por un perro llamado Pickles?

El Trofeo Jules Rimet, uno de los trofeos más icónicos en la historia del fútbol, fue robado en 1966 en Londres, justo antes del Mundial de Fútbol de 1966. Sin embargo, la historia del robo tiene un giro inesperado: un perro llamado Pickles fue el héroe que encontró el trofeo robado, y su valiente acción se convirtió en una de las anécdotas más sorprendentes en la historia del deporte.

El robo del Trofeo Jules Rimet en Londres

El robo del Trofeo Jules Rimet ocurrió en marzo de 1966, cuando el trofeo estaba en exhibición pública en el Westminster Central Hall de Londres, como parte de los eventos previos al Mundial. El trofeo, que en ese momento era el galardón de la Copa del Mundo, fue sustraído por un ladrón desconocido. Este robo fue una gran sorpresa para las autoridades y los organizadores del Mundial, ya que el trofeo tenía un valor incalculable tanto en términos de su oro macizo como de su importancia simbólica en el fútbol mundial.

Tras el robo, Sidney Cugullere, el ladrón, demandó un rescate de 15.000 libras esterlinas por el trofeo. Sin embargo, las autoridades se negaron a ceder ante la demanda de rescate, y la situación pareció desesperada.

El héroe inesperado: Pickles, el perro mestizo

El 27 de marzo de 1966, un giro inesperado ocurrió en el barrio de Beulah Hill, en el sur de Londres. Un perro mestizo llamado Pickles, que pertenecía a David Corbett, un residente de la zona, encontró el trofeo robado mientras paseaba por el vecindario. Pickles estaba correteando por un seto cuando descubrió el trofeo envuelto en papel de periódico, lo cual inmediatamente llamó la atención de su dueño. David Corbett reconoció el trofeo y, tras un rápido análisis, se dio cuenta de que era el Trofeo Jules Rimet, el que había sido robado meses antes.

Corbett, consciente de la magnitud del hallazgo, llevó el trofeo a la policía, lo que llevó a su recuperación oficial antes de que comenzara el torneo. Gracias a la acción de Pickles, el trofeo fue devuelto a las autoridades y pudo ser utilizado en el Mundial que se celebraba en el mismo año.

Leer  ¿Quién es Mapi León? Trayectoria, edad, estadísticas y vida personal

El reconocimiento de Pickles

La historia de Pickles no terminó ahí. El perro y su dueño fueron ampliamente reconocidos por su valiente acción. Pickles fue premiado por su heroísmo con una medalla de la National Canine Defence League, además de recibir alimentos gratuitos de por vida.

El perro fue además invitado al banquete de celebración tras la victoria de Inglaterra en la final del Mundial de 1966. En ese torneo, Inglaterra ganó la Copa del Mundo al derrotar a Alemania Federal, y la historia de Pickles como héroe local se convirtió en una anécdota entrañable dentro del fútbol.

La importancia del robo en la historia del fútbol

Este robo, aunque resuelto de manera sorprendente, dejó una marca en la historia del fútbol. El Trofeo Jules Rimet fue el trofeo original de la Copa del Mundo, y a partir de este evento, la FIFA decidió implementar medidas más estrictas de seguridad para proteger el trofeo y garantizar que no fuera robado nuevamente.

Aunque el trofeo original fue entregado de forma definitiva a Brasil en 1970 tras su tercera victoria, la historia de Pickles y el trofeo robado en 1966 sigue siendo uno de los momentos más insólitos y curiosos en la historia del fútbol.

Un final feliz para el trofeo

La recuperación del Trofeo Jules Rimet por parte de Pickles se convirtió en una de las historias más célebres y entrañables en el mundo del fútbol. Su acción demuestra que, en ocasiones, los héroes más grandes vienen de lugares inesperados. A pesar de los contratiempos y el robo, el trofeo fue devuelto a tiempo para la Copa del Mundo de 1966, y Pickles pasó a la historia como el perro que salvó la Copa.